La Tri, los cimientos del futuro del fútbol ecuatoriano

En la historia de la Tri, Catar pasará por ser el lugar donde florecieron los cimientos de una generación llamada a grandes cosas y el dolor de la cruel eliminación contra Senegal dejará lugar a la esperanza.

Jugadores de Ecuador saludan a los aficionados al final del partido de la fase de grupos del Mundial de Fútbol Qatar 2022 entre Ecuador y Senegal
photo_camera Jugadores de Ecuador saludan a los aficionados al final del partido de la fase de grupos del Mundial de Fútbol Qatar 2022 entre Ecuador y Senegal

Así lo aseguró el portero suplente Alexander Domínguez, una de las voces más experimentadas del grupo más joven del Mundial, uno de los pocos que en la noche de la derrota fue capaz de ver el horizonte con optimismo: "La vida no acaba aquí".

El siguiente capítulo de la historia de esta selección que entusiasmó a un país, que se convirtió en la primera de la historia en vencer a la anfitriona en un partido inaugural y que tuteó a una grande como Países Bajos, pasa por el banquillo.

Ecuador embarcó este miércoles, poco antes del mediodía catarí, con destino a Quito y un equipaje cargado de ilusión. Pero sin entrenador, porque el contrato de Gustavo Alfaro contaba hasta el final del Mundial.

El técnico argentino, designado por todo el vestuario como el artífice del milagro que devolvió a Ecuador a un Mundial ocho años después, no despejó la incógnita sobre su futuro.

"Necesito tiempo para saber qué voy a hacer de mi carrera profesional. Tengo que parar la pelota y decidir si voy a seguir dirigiendo o no", aseguró el entrenador en la noche de la derrota, con un rostro que a duras penas ocultaba el dolor por el golpe sufrido.

EL FUTURO DEL BANQUILLO

La Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) debe empezar por ahí su labor de construcción del futuro, que comienza el en marzo próximo cuando arrancan de nuevo las eliminatorias sudamericanas, el primer escalón hacia el Mundial de Norteamérica.

Ahí es donde la joven generación que eclosionó en Catar debe dar su máximo, porque habrán acumulado la experiencia que les ha faltado en 2022.

Ecuador comenzará esa andadura con una desventaja de 3 puntos a causa de la sanción impuesta por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) por la alineación indebida de Byron Castillo en los partidos que condujeron a Catar al Mundial de 2022.

Apenas hay tres meses para afrontar la incógnita del banquillo y evitar los problemas que hubo en el pasado, cuando el despido de Hernán Darío Gómez en 2019 y la abortada experiencia de Jordi Cruyff obligaron a recurrir de urgencia a Alfaro.

El argentino reaccionó con prontitud, impuso una renovación profunda de la plantilla y obtuvo el aval de los resultados, el mismo que ahora le colocan al frente de la lista de candidatos de la FEF.

El camino es largo. El nuevo técnico tendrá dos años y medio por delante para lograr el billete para el Mundial de 2026, que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá, con una Copa América entre medias en 2024.

La pelota está en su tejado. Alfaro tiene la legitimidad suficiente para hacer realidad una de las máximas que tanto ha repetido en las últimas semanas: "Esta selección tiene más futuro que presente".

Dieciséis de los 26 componentes de la nómina tienen menos de 25 años y algunos de ellos han sacado buen partido de este Mundial. Moisés Caicedo, Pervos Estupiñan, Piero Hincapié, José Cifuentes o Jhegson Méndez son algunos de los jugadores que han destacado y han visto su cuota subir durante la experiencia catarí.

Fracasaron en el sueño de igualar la gesta que la selección de Ecuador logró en 2006, la única de la historia en la que Ecuador superó la fase de grupos, antes de estrellarse en octavos contra una Inglaterra por un gol de David Beckham.

Pero la cuarta experiencia mundialista de la Tri deja muchos motivos de esperanza y la promesa de un futuro más brillante.